In Quechua, knot is called “khipu”, and the experts who knew how to handle the khipu system were known as Khipukamayoqs (which means something similar to “knot specialist”). These were the ones in charge of coding statistical data related to the population and their tributes, compiling information about the various human groups that formed the Incan Empire, quantity of agricultural production and tax related information. Frank Salomon, who has investigated the customs of the town of Tupicocha where post-Colonial khipus are still used in their festivities, refers to the khipus not as a dead technology but as an example of the afterlife of the media, since Tupicochan khipus are imbued with new meaning when having a role in the community still when used in town-related celebrations, especially in the festival known as the Huayrona. It is worth mentioning that, in Tupicocha, in a somewhat surreptitious way and protectively guarded by a few, the strange tradition of seeing the future through the reading of their khipus as an oracle has been maintained, by means of a divinatory technique that Frank Salomon, an important American anthropologist, called khipumancy (a word that comes from chiromancy, the technique of reading the lines of the hands to see the past and / or the future). However, the khipu tradition not only survived in the hands of these people: since the beginning of the twentieth century they have been referenced in a diverse but stable way in the modern arts, although in a not very cohesive and somewhat dispersed way: this early current of artists I call now the Neokhipukamayoqs, as they are the first to function as modern Khipukamayoqs by taking the interpreting of quipus as an artistic practice in itself: one can speak of the beginning of an artistic trend, which unfortunately does not seem cohesive because of the dispersion of its representatives, who, at that time, did not sit down to talk and exchange ideas about their practices, nor define themselves as a collective, or set a common goal, as some famous representatives from the history of Modern Art did, artists of the s. XX that defined themselves as a movement with clear reasons and intentions, usually in a Manifesto format, seeking a change at a cultural and even social level in a conscious and planned way. This is why we, the Khipumantes, are (re)uniting today to tie the new knots of this history.
En Quechua, nudo se dice “khipu”, y aquellos expertos que sabían manejar el sistema se conocían como Khipukamayoqs (que significa algo así como especialista en nudos). Ellos eran los que se encargaban de codificar datos estadísticos con respecto a las poblaciones y sus tributos, compilando información con respecto a los diversos grupos humanos, su composición y cantidad de producción agrícola. Frank Salomon, quien ha investigado las costumbres del pueblo de Tupicocha en donde aún se utilizan khipus post-Coloniales en sus festividades, se refiere a éstos no como una tecnología muerta sino como un ejemplo de la vida después de la muerte de los medios, pues estos khipus habrían sido embebidos de un nuevo significado al tener un rol vigente en la comunidad al ser utilizados y embebidos de un nuevo valor simbólico por las mismas Parcialidades (ayllus o clanes familiares de herencia incaica) del pueblo, sobretodo en la festividad conocida como la Huayrona. Vale mencionar que en ese pueblo, de manera un tanto subrepticia y guardada recelosamente por unos pocos, pues se ha mantenido la extraña tradición de ver el futuro a través de la lectura de sus khipus a manera de oráculo, por medio de una técnica adivinatoria que Frank Salomon, importante antropólogo estadounidense, denominó khipumancia (palabra que deviene de quiromancia, aquella técnica de leer las líneas de las manos para ver el pasado y/o el futuro). Sin embargo, la tradición del khipu no solamente sobrevivió en las manos de estos pueblos ya que desde comienzos del siglo veinte han sido referenciados de manera diversa pero estable en las artes modernas, si bien de una manera poco cohesionada y un tanto dispersa: a esta corriente temprana de artistas los denominaré los Neokhipukamayoqs, pues son los primeros que fungen de Khipukamayoqs modernos al tomar la realización de quipus como práctica artística en sí misma, eso sí, por diversos motivos y de manera un tanto aislada: se puede hablar del inicio de una corriente artística, la que lamentablemente no termina de definirse como tal justamente por la dispersión de sus representantes, quienes, en ese entonces, no se sentaron a conversar e intercambiar ideas al respecto, ni definirse como colectividad, ni plantearse una meta en común, como sí lo hicieron algunos representantes de la historia del Arte Moderno, artistas de las vanguardias del s. XX que no esperaron una definición externa y se autodefinieron como un movimiento con razones e intenciones claras, buscando un cambio a nivel cultural y hasta social de manera consciente y planificada. Es por esto que, nosotros, los Khipumantes, nos (re)unimos hoy para atar los nuevos nudos de esta historia.